8 dic 2014
Helado de fresa con toppings de chocolate blanco .-
El otro día me encontré con la mujer de mi vida
Salí corriendo
Corrí por toda la ciudad,
Pero en cada luz, sus ojos
En cada edificio, su cuerpo
En cada fachada, su pecho
Por mucho que corría,
Ella estaba en todas partes
Y su sonrisa...
El solo recuerdo de su sonrisa,
Me paraba el corazón.
Así que paré.
Justo frente a su casa.
Y allí estaba Ella en la puerta:
¿Si te beso, te quedarás conmigo?
Me preguntó.
Y yo, torpe como viene siendo habitual, tan sólo pude asentir con la cabeza.
Entonces
Sus ojos quedaron fijos en los míos
Se acercó despacio
Con una de esas sonrisas traviesas que irradian felicidad
Nos fundimos en un Beso Eterno.
Luego desaparecí.
En mi vida he sido tan feliz.
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