15 dic 2021

Cory Hanson - Garden of Delight .-

 


Martes Viernes

 



Tengo dos ojos, una nariz, diez dedos, dos manos y una boca


Tú tienes dos ojos pequeños y rasgados, tal vez...

tal vez un poco... 

un poco juntos 


Una nariz alargada, fina, tal vez...

tal vez demasiado alargada 

para ser solo tuya


Díez dedos grandes en tus manos grandes

tal vez, muy grandes para tu envergadura


Y una boca pequeña, de labios finos, con dientes pequeños... tal vez 

demasiado pequeños para una boca como la tuya

que solo dice cosas ciertas

que sabe solo contar verdades muy lúcidas

que habla tan solo de lo que realmente importa

Ni una palabra de más

jamás


Una, tu boca, que no se deja besar 

o solo en sueños

A saber


Tú y yo 

Tenemos cuatro orejas

Dos tú y dos yo

Sordas sordisímas las cuatro

Porque no queremos susurros, ni llantos, ni quejas, ni reclamos

Sordas sordisímas

Porque obviamos los halagos, las regalías, las risas.

Sordas sordísimas las tuyas 

Sordas sordísimas las mías


Aún así

juntas 

cantamos

1 jun 2021

Det du tänker idag är du morgon - Dungen .-


 

Lunes .-


Odias los lunes porque odias el capitalismo.

Odias los lunes, porque no te gusta que te digan a la hora en la que te tienes que despertar.

No te gusta, sobre todo, si el domingo, en un momento de debilidad, terminaste esa botella de vino que trajo el cuñao, que quieras que no, como hombre supremacista blanco, es el único que se puede permitir ese tipo de botellas de vino en la mesa, y vas tú, y te la cascas.

Odias los lunes, porque no te gusta que te digan lo que tienes y dónde lo tienes que hacer, sobre todo, si se trata de que te lo diga un personaje con un puesto superior al tuyo, pero con la capacidad intelectual mermada, de manera proporcional a su inteligencia emocional.

Odias sobre todo el último lunes de mes porque ya no tienes pasta y te llegan las últimas facturas, esas, que pagas con el crédito, para no tener la sensación de que llegas pelada a fin de mes.


Estás cansadísima ya, de salir a pasear, pasear y pasear, que es el único ocio que te puedes permitir. Y que llegue el lunes y tu jefa te pregunté: ¿Qué tal el fin de semana? Como si hubiera muchas opciones que hacer el fin de semana, según va avanzando el mes, con el sueldo que te pagan.

Miras con esperanza cada lunes las ofertas de trabajos precarios a los que encima no puedes aspirar, porque ya tienes una edad, o porque no la tienes o porque te faltan dos idiomas, porque no se te ocurrió ni a ti ni al estado enseñarte, a parte del inglés, los lenguajes de tus vecinos comunitarios, por si en un futuro necesitabas trabajar para Francia o Portugal.

Buscas con anhelo, cada lunes, una oferta de casa, que tampoco te puedes permitir. Porque no van a bajar de precio, con o sin crisis, esas casas, no serán tuyas, jamás.

Las reservan para cuando se pueda especular con ellas, ya sea en Rusia, Turquía o Nueva Orleans. Es igual.

Solo te queda soñar con que lleguen en algún momento unas vacaciones, que seguramente tampoco podrás disfrutar, salvo que, por suerte, alguna amiga te invite a pasar unos días en la casa familiar de algún pueblo remoto.

Y odias los lunes porque no te gusta el sistema, lo quieres mandar a la mierda y no puedes.

Somos el único ser vivo del planeta tierra que contribuye a mantener un sistema que le subyuga, día sí, día también.

Y lo sabes, cada mañana al despertar lo sabes, pero lo olvidas rápidamente. 
En un fin de semana.

Por eso dices que odias los lunes cuando, en realidad lo que odias, es el capitalismo.


(Versión Video Aquí)

7 abr 2021

Virginia Astley - A Summer Long Since Passed

 


Morder .-



Primero la flor

luego el paisaje.


Me despierto de una siesta inesperada.

Descubro cuatro venas lilas en la primera falange de mi dedo pulgar izquierdo.


Me sorprendo al pensar que se necesitan al menos cuatro venas lilas

para que un dedo pulgar funcione correctamente.


Hay romero en los campos, 

el camino es hermoso. 

Todo está en flor.


El viento sopla fresco aún, 

mientras la tierra pide templanza. 


Las flores del romero también son lilas 

pero tú no puedes verlas porque no estás conmigo.


Mi corazón despierta triste sabiéndote lejos.


Se necesitan al menos cuatro venas lilas 

en la primera falange del dedo pulgar 

para que funcione correctamente.


Me han mordido el dedo con tanta violencia, 

que, cada vez que lo intento mover, aún duele.


¿Imaginas cómo es que te rasguen una de esas venas lilas?


Así estoy yo, ahora.