19 abr 2013

Romper la maceta .-


El otro día vi una frase que decía: Una vez al año visita un sitio donde nunca hayas estado. Creía que era una nueva campaña de American Airlines pero resulta que es una frase del Dalai Lama.

Había una vez un gusanito que vivía en una maceta, toda la maceta era su mundo y nunca nunca salía de allí, las únicas novedades de su pequeña existencia venían en forma de rayos de Sol que de vez en cuando se filtraban en la tierra y los salinos del agua cuando se regaba la planta que albergaba la maceta en cuestión.

El gusanito no sabía medir el tiempo, cada día era igual, prácticamente cada hora, cada minuto de su vida era exactamente lo mismo. Una mañana se le ocurrió sacar un poco la cabeza de la tierra y descubrió una mariposa bajando flotando de la planta que compartía maceta con el gusanito.

El gusanito quedó prendado de la mariposa al instante ya que nunca había visto nada tan hermoso, básicamente porque nunca había visto nada mas que tierra, tuvieron una pequeña charla tras la cual la mariposa se fue volando y el gusanito se quedó esperando a que volviera un rato hasta que anocheció y volvió a la tierra.

Pasaron muchos muchos días y muchas muchas horas en las que el gusanito padeció como nunca la ausencia de la mariposa, buscaba en la superficie que volviera y no volvía, hasta que lo hizo un día.

-¿Cómo estás? .- le preguntó la mariposa.
-Enamorado de ti .- dijo el gusanito.
- Pero eso no puede ser, ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos y a penas fue un instante.
- No para mi. .- respondió el gusanito.

Y por qué, por qué, por qué el gusanito seguía así de prendado tras tanto tanto tiempo, porque el muy pavo no había hecho en su vida mas que sacar la cabecita una puñetera sola vez de la tierra y aún así lo de dejar la maceta ni mentarlo.

Así que hagamos caso del Dalai Lama sí, a ser posible salgamos de la maceta mas de una vez al año. No hace falta pagar un billete de avión para salir y visitar un sitio donde jamás hayamos estado. Esto es válido para ir a ver un barrio de la periferia o un local de rockers ¿por qué no? seguro que es emocionante.
Hasta ir a un bar nuevo puede ser una aventura apasionante.

Salgamos de la maceta. Vayámonos a ver mariposas, polillas y conozcamos gusanos nuevos. Es el único modo que tenemos de aprender a saborear lo que es esta experiencia tan corta de la vida.

Y además ya es primavera.

4 comentarios:

Unknown dijo...

No puedo estar más absolutamente de acuerdísimo total ;)

Luisa Martina Fernández Chavero dijo...

jajaja Suenas a estar muy deacuerdísimo totalmente, si...>;D

Bibi dijo...

=:)

Luisa Martina Fernández Chavero dijo...

>;D