9 abr 2013

El efecto túnel .-



En la mecánica cuántica es un fenómeno por el que una partícula viola los principios de la mecánica clásica.

Aquí ya empieza el tema mal, no se trata de violar ningún principio clásico, se trata de aceptar que nunca hubo un principio clásico al que violar, porque siempre ha ocurrido este efecto túnel lo único que ha cambiado es que ahora lo vemos.

Vamos dando por “nalga” a todo el que se nos antoja y aquí no pasa nada, pero claro se supone que eso es violar una norma básica de esas que nos rigen....No es verdad.

Siempre se ha podido dar por “nalga” a quien se nos antoja y luego no pasa nada. Ergo no hay principio clásico que se viole ni nada de eso. Somos lo peor que hay sobre la tierra y encima vamos de moralistas, cuando desde por la mañana nos toca la pera las consecuencias de nuestros actos.

Con esto del cambio horario salgo de casa con las sábanas pegadas a la cara, con un sueño que desde luego no me permite conducir pero como buena humana que soy, me la toca.

Voy como que no veo nada a mi alrededor, ya me conozco las tres calles, los cuatro semáforos, sus tiempos. El paso de cebra donde siempre me cruzo con la mamá atacada que llega tarde otra vez a dejar al niño ( casi volando colgado del brazo ) tarde en el cole, freno. No me encuentro esta vez con el absurdo camioncito limpiador que todo lo ensucia y forma un atasco improbable en una calle por la que no pasa nadie. Sigo, acelero, tuerzo y llego a la ofi.

En el camino veo cómo uno hace una maniobra la mar de fatal y no se choca, cómo hoy por suerte milagrosamente nadie se ha tenido que pitar por estar al borde del accidente en Plaza Molina, cómo peatones Iphonizados siguen cruzando por donde no deben mirando a su realidad aumentada ajenos a la realidad real y no pasa nada. Todo el mundo llega a destino y no pasa nada.

A pesar de movernos sin ver más allá de nuestras narices seguimos envueltos en una nube de confort que nos aleja de una realidad que seguro existe pero no la vemos.

Estamos completamente cegatos y no pasa nada. Nos pasamos por la epidermis de las nalgas los principios clásicos y no pasa nada. Seguimos durmiendo por las noches, comiendo a medio día, riendo chistes malos.

Y alucinamos con la falta de ética de los otros, claro, siempre los otros, los que hacen el mundo mucho más cruel que nosotros...esos, los otros. Los otros que roban, los otros que engañan, los otros que se enriquecen a costa de otros...Y pedimos ética y un mundo más justo, un mundo hermoso en el que vivir sin darnos cuenta de que esto es así porque nosotros dejamos que sea así y así seguiremos por muchos muchos años. 

Porque no pasa nada.
Porque todo lo que pasa nos resulta nada.
Nada de nada.



....................
Juste une certitude : “Cela n’est pas pour moi”,
 M. Houellebecq