18 abr 2012

Cartuchitos de piezas metálicas .-



Mi padre coleccionaba monedas antiguas, me encantaba acompañarle a la plaza mayor de mesa en mesa con tantas moneditas y billetes perfectamente clasificados, ordenados de una manera tan precisa para poder apreciar cada detalle de cada moneda y luego estaban esas lupas gigantescas que yo adoraba tener entre mis pequeñas manos. Sí es un buen recuerdo este de las monedas. Aunque mi padre no pudo llegar a inculcarme el aprecio por esas pequeñas piezas de metal.

De pequeña pensaba que las personas trabajaban para coleccionar monedas de diferentes lugares y poder tener colecciones inmensas y preciosas que observar luego en casa como quien mira un álbum de fotos. Otra de esas cosas en las que me equivocaba.

Ahora que tengo que rellenar cartuchitos de piezas de metal me sorprende la cantidad de piezas metálicas redondas que caben en una cosita tan pequeña de plástico simple. Los bancos dan “gratis” (y debe de ser lo único) cartuchos para apilar euros en grupos, los de euro van en grupos de veinticinco, 25 menudo número, parece mucho y luego lo ves ahí y es tan pequeño el veinticinco.

Lo que más me sorprende de los catuchitos es que cuando creo que lo he terminado resulta que no, que aún cabe una moneda más.

Esto se podría aplicar a muchas cosas que suceden en la vida, esa tendencia a pensar que ya hemos terminado una etapa o concluido con determinado tipo de historias y cuando menos te lo esperas encuentras una moneda que tiene cabida en un cartucho que parecía completamente lleno y despiertas cada día con una sonrisa porque lo bonito de coleccionar monedas es saber que aún quedan piezas por descubrir.

3 comentarios:

alice dijo...

qué bonito! me ha gustado mucho!!

Luisa Martina Fernández Chavero dijo...

Merci ma petite pièce.

Anónimo dijo...

... donde comen dos comen tres.
:-)