Y fué un día cualquiera de una primavera cualquiera en una terraza cualquiera de una plaza cualquiera cuando Pedrito, ese niño tan mono de rizos oscuros y brillantes como un mejillón recién lavado, Pedrito ahora con 33 años y pelos en el pecho (depilados eso sí) tomaba su tercera cerveza junto a su encantadora chica, pelirroja Ella, tan delgada Ella, tan delicada y perfecta Ella, tan mosqueda ya de ver a Pedrito con el móvil una (blin) y otra vez (blin) y otra vez recibiendo mensajes blin blin.
Fué entonces que Pedrito saltó y dijo “Mierda me ha sacado 56 puntos con Sunco!!! ¿Qué coño es Sunco? “
- ¿De qué estás hablando Pedrito? ¿Quieres dejar el apalabrados ese ya? O me voy a casa.
- Sí, ahora ,... Sí, espera dame un min....
Pedrito no tuvo tiempo de terminar la frase, su hermosa Ella se levantó de la silla, cogió las llaves de su bolso y las entrelazó entre sus dedos a modo de puño americano. Entonces con un golpe seco y frío y por qué no decirlo duro, Ella, su bella, arremetió de pleno con su puño de llaves contra el brazo derecho de Pedrito, a quién del golpe se le cayo el móvil de la mano, momento en el cual volvió a la realidad (tal y como la conocíamos hace dos años) y vió la cara de ira de su Bella Ella.
- Sunco significa "Manco" en Chile, eso me lo enseñó Rodrigo ayer mientras hablábamos, cosa que me hubiera gustado hacer contigo hoy para decirte que el y yo llevamos follando dos meses y te dejo Pedrito. Sé feliz con tu jueguito.
Así fué como ocurrió, así es como podría ocurrir, si no se deja el aparatito a un lado en el momento adecuado.
Para Pilar, con cariño.
1 comentario:
"Apalabrados" incomunicación oral, paradoja digital... toma Pedrito!
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