28 nov 2018

Las personas que no .-


Personas que no y el poderoso efecto volador de los cláxones estruendosos, a las ocho de la mañana.

En fin.

Esta mañana bajo para la ofi, y se me ocurre coger la moto, porque luego sé que si no, me dará pereza bajar a la playa a pasear, y mira, me encuentro ya en Gran de Gracia un pequeño, diminuto embotellamiento, que ha durado como dos semáforos, demasiados para aquellos, que en vez de recorrer los lugares, van hacia los lugares.

Desgraciadamente, por mucho ruido que han hecho, una vez más, no les han salido alas a los automóviles, así que se han tenido que esperar como todo el mundo.

Los peatones no, los peatones iban a su ritmo, bien.

Seguro que tanto a ellos, como a quien aún tenía la oportunidad de dormir, les ha encantado el concierto claxofónico matinal.

Sigo.

Paso por Carolines, preciosa la Casa Vicens, pero como están de sempiternas obras en Pricep d'Asturies, pues se tarda una media de cinco minutos en atravesar la calle, así que yo aprovecho para fijarme bien, una vez más, en los mosaicos, las ventanas y su forjado, la luz del día que refleja el azulejo, en fin, lo que se dice aprovechar el tiempo.

Mientras tanto, histéricos motociclistas y ciclistas que van a sitios, aprovechaban para ver si, de buena mañana, atropellaban a alguien que utilice la acera. ¿Por qué no?

Porque claro, a las ocho y diez se tiene mucha prisa.

La opción levantarse un pelín antes, y empezar el día disfrutando de la ciudad en la que vives, no es factible, se ve.

Y llegamos a Balmes.

Esta mañana me he despertado muy pronto (para mi), porque sabía que tendría que bajar en moto, y a mi no me gusta empezar la mañana estresada perdida. Mucho menos por el tráfico.

Balmes es imposible, parece que no hay más entrada que Balmes, para llegar a la ciudad. Pero si llegas a eso de las ocho y cuarto, no suele haber casi nadie. Así que puedes bajar sin prisa, sin prisa, y con suerte, pararte en algún semáforo antes de pasar Diagonal, y ver que está precioso el edificio con forma de vela, y la luz de ese litoral, al que iré a caminar cuando salga de este cubículo ciego en el que me han metido. (Viva la sororidad)

Porque para entrar en una rueda, no le veo el punto a perderse todo lo que este lugar ofrece.

En casa lo entiendo, no hay muchas más opciones, pero aquí, aquí....

No té cap mena de sentit.

Sed felices.

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