Una ballena se tatúa una cordillera en la cola para que no le pese la idea de varar en tierra firme.
Un papagayo aprende a tocar el piano para ver si así alguien atiende a lo que quiere expresar.
Una oveja tiñe su lana de azul porque es una verdadera anarquista y el negro no la identifica.
Una mantarraya se enfunda en un nórdico porque necesita descansar.
Un flamenco comienza a crear música electrónica porque con un solo punto de apoyo se baila mejor.
Una libélula se hace vegana porque piensa que así libará tanto como el resto de insectos a los que comía con aprecio.
Un pingüino emperador deja la comunidad Antártida y se muda a Cuba porque no cree en los títulos nobiliarios.
Un mapache se traslada definitivamente a Francia porque siempre ha querido ser un mimado.
Un ciervo talla su enorme cornamenta porque a cierta edad cuernos los justos.
Una cebra se hace pasar por caballo pony porque empezaba a sentirse muy rallada.
El elefante del final del pasillo se traslada al comedor junto a un enorme espejo, igualmente siempre estará allí.
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