Y los hombres se empezaron a culpar.
Pero no a sí mismos.
Culpaban siempre al otro hombre, los hombres todos.
Empezaron a vomitar culpa en la tierra toda.
Se apuntaban los unos a los otros, los hombres todos.
Se acusaban unos a otros y olvidaban.
Olvidaban que la culpa era una trampa y se encerraron en ella.
Olvidaron que los hombres son hombres.
Olvidaron su responsabilidad como hombres, en la tierra toda.
Y no pudieron ser hombres nunca más.
La tierra lloró.
2 comentarios:
Muy profundo!
Gracias Felicidad.
Un abrazo,
L.
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