Llegadas a este punto confieso:
Te reconocería de espaldas,
decúbito supino, lateral o dorsal.
Te reconocería, más allá de ti misma, incluso.
Porque te he tenido dentro y sé quién eres.
Y además informo:
Ahora tienes que ser tú quien decida
Si quieres darte la vuelta para levantarte
o darte la vuelta para quedarte a mi lado.
Así, que te vea bien la cara.
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