Y los hombres sonrieron.
Se vieron desnudos los hombres sobre la tierra toda.
Entendieron que no eran dinero los hombres.
No eran una casa.
No eran un trabajo.
No eran una relación.
Los hombres no eran nada más que hombres,
una mota de polvo irrelevante.
Se unieron entonces los hombres todos
en una carcajada infinita.
La tierra amó.
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