Y los hombres flotaron.
Ingrávidos sobre la tierra toda.
Suspendieron sus cuerpos inertes y se dejaron llevar:
como hojas,
como papel vacío.
No quedó nada.
Sólo el viento que les arrullaba,
de vez en cuando.
el viento que
mecía a los hombres todos.
Hacia un lado, otro,
volvían o giraban
Según el viento.
El viento decidía sobre La Tierra Toda.
La Tierra respiró.
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