7 may 2013

Gruñidismo .-



Mi conclusión tras el viaje a Berlín ha sido mas que nada una terrible revelación: 

No nos caemos bien. 

Me temo que no nos caemos nada bien.

En la lanzadera que va de Schönefeld al centro de la ciudad una Señora mayor de unos sesenta y muchos, molestísima por la llegada de visitantes el fin de semana, con sus trolleys y sus modales sureños, dijo sólo una palabra pero con tanto desprecio que con eso dijo todo lo que tenía que decir "Turistas". Un gruñido habría sido menos molesto porque pensé que ella y todos sus compatriotas para mí son los turistas, esos mismos turistas que no me caen bien a mi.

No nos caemos bien.

Nos molesta que el vecino haga una cena un sábado por la noche y se eche unas risas hasta las tres cuando no hemos salido ni nos ha invitado claro está.

Nos molesta que venga un alemán borracho y blanquito a comprar nuestras casas de la playa.

Nos molesta que un coche nos adelante cuando vamos en moto o bici.

Y podríamos pasarnos el día gruñéndonos si esto estuviera aceptado. Pero no está aceptado y es una pena ya que como desconocemos el buen uso del lenguaje muchas veces optamos por no decir nada y retraer nuestro desagrado corrompiendo nuestro buen humor .

De todos modos como tampoco nos escuchamos, el buen uso del lenguaje no nos solucionaría gran cosa, con lo que nos guardamos nuestros "chirridos sociales" a costa de alergias y males físicos varios.

No nos caemos bien y encima no sabemos decírnoslo,  si al menos tuviéramos un código de gruñidos para hacernos entender que algo nimio, absurdo, nos ha molestado y si fueras tan amable de no hacerlo mas mi vida y la tuya serían sin duda mucho mejor.

Un unga unga, un yeeeeeeeeeeepa, un ayayayayayay o algo para darnos cuenta y empezar a caernos mejor.

No nos caemos bien pero somos el turista, somos el blanquito que se va a un país donde se puede permitir una vida mejor, somos el coche que no ve que si hace mal una maniobra puede dañar a alguien y seguro alguna noche la habremos petado hasta las cinco sin reparar en que alguien dormía.

No nos caemos bien, porque no NOS caemos bien, nosotros tampoco nos caemos nada bien. Y no nos lo decimos porque no sabemos cómo o no queremos decírnoslo por si acaso, es peor. Así no vamos a mejorar nuestra convivencia ( la propia ).

Yo me meto un yeeeeeeeeepa cada mañana para espabilarme y un uyuyuyuyuyuy cuando veo que decaigo y de momento funciona. Casi siempre.

Así que desde la experiencia os animo a gruñiros y a gruñir a quien sea necesario para hacernos entender mejor. 

Viva el gruñidismo, básico, simple, directo, fácil, eficaz!!! Gruñamos!!! Gruñamos!!! Yeeepa yeepa, wowowowow.

Porque y de eso sí, sigo estando segura: 

Nos encantaría caernos bien.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

sis, me encantas!
yeah
yupi
alaaaaa

Luisa Martina Fernández Chavero dijo...

Su Sis que m'encantas!!!

Rrrrrrrrrrr

>;D

Anónimo dijo...

yeeeeeepaaaaaa mañaaaaaaaaaaaaaa

Luisa Martina Fernández Chavero dijo...

Gracias Anto...>;D

LYSM