Bajo mis pies, hubo vida hace tiempo.
Y un arroyo pasaba, seguro, por aquí, hasta llegar al Mar.
Mira el Sol cuando sale, ilumina esa pared,
porque antes, no había pared.
El Sol es sabio.
No como nosotras,
que solo sabemos construirnos muros.
Ese antiguo edificio, con ese balcón tan extraño,
estaba ahí, porque daba a un huerto.
Estoy segura.
Debajo de este hormigón había campos.
Lo sé.
Necesito un árbol.
Necesito de un árbol, para anclarme a este lugar.
Aquí muero
sin raíces y sin tierra.
Esta ciudad es una tumba repleta de barreras,
que no puedes sortear.
Los túneles no dan a ningún lugar,
y el cielo está tan bajo, que no puedes saltar.
Necesito un árbol,
Necesito un árbol, para mirar al cielo con profundidad.
Aquí, la vida es mentira.
Solo hay escaparates para la impostura.
No quiero morir urbanita.
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