Tienes esa mirada de quien escudriña a la presa.
Y tus besos saben al ron robado de los besos de amor que te han dado.
Me da que hay demasiada gente en ti.
No estoy para salir con tantos muertos.
Así pasas a mi lado hora tras hora
Entras, miras y no dices nada
Y esperas que yo te de mi mejor cara.
Que baje del caballo,
que mate al dragón,
pero esa, querida, no soy yo.
Así que sigue mirando
Mírame de lejos
que mientras yo
me voy alejando.
Y si esto es el infierno.
Puedo arder perfectamente sin ti.
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