Según el María Moliner “Resistirse a hacer una cosa o excusarse de hacerla con cierta razón o explicación.”
Nunca he tenido la sensación de tener que hacer semejante cosa hasta ahora. Cierto es que intento y no sé bien por qué, hacer que el cuerpo resista ahora más que cuando tenía “cuerpo” para ello. Como si hubiera perdido la fé (tontería soy nihilista), como si me creyera a pies juntillas la teoría del 2012. No sé…
A los 20 años aún no sabía tomarme dos quintos sin pillarme el pedo de la vida.
Nunca entré y nunca me forzaron a entrar en el juego de beber para salir, fumar para sociabilizar, pero una vez que entras ¿qué pasa? Pierdes todos los puntos de sanote y ya tu voz no suena igual?. Va a ser eso, que mi voz no suena igual, o no me escuchan, o por no escucharme un día he dejado sordos a los demás.
Si te tomas una copa un día ya te la tienes que tomar siempre? Antes no era así, tal vez he perdido voluntad o es que me he perdido autoridad.
Yo sólo fui a descansar un día del viaje que me tenía hasta los mismísimos ovarios, pero quiero seguir camino con el equipaje ligero como siempre.
Yo miro como pasan las cosas a mi alrededor, eso es lo que me gusta. Observar y quedarme a un lado…
Entonces dime, ¿ahora me quedo aquí en casa y no me expongo? ¿O tengo que salir uniformada y armada para evitar los tiros?
Yo quería ser invisible.
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