20 mar 2014

Cajones .-



El otro día me vino un querido a decir: que el se consideraba un maniático del orden hasta que vio mi ropa doblada en el vestuario de la clase de Chi Kung. Bueno, hay poco espacio, no podía hacer otra cosa.

Le dije que un día le dejaría ver mis cajones para que así cambiara de opinión. 

A pesar de lo que muchos piensen, os confesaré que para mamá siempre seré un desastre en este sentido.

Mi sobrina, sin embargo, considera que soy una maniática de la limpieza. Me lo dijo un día cuando quise entrar en su habitación y la ropa del suelo me impedía abrir la puerta con holgura.

Esto mismo me lo han comentado varias personas a las que el polvo, básicamente, no les molesta. 

Recuerdo a Ex-primera justificando el desorden como:  "Vida". 
- Es que así se nota que hay vida. - me decía. 

Bueno, yo casi que prefiero vivir en un lugar ordenado y no dejar huella necesariamente de mi paso por ahí.
Así quien venga después también lo disfrutará igual que yo.

No soy una maniática del orden, eso también me lo aseguraron Ex-primera y Ex-segunda. Menos mal que están para estos momentos de duda.

Pero reconozco, que tal vez, un poco bastante maniática, con algunas cosas, pues va a ser que sí. Aunque lo supero. Veréis, me pasa una cosa terrible con una de las máquinas del gym, que no tiene bien numerados los pesos. Algún genio los puso tal que así:

5,10,20,15,25,30

Y cada vez que tengo que poner el tope de 20 en el 15 que es el 20 real, algo en mí está deseando cambiar las pegatinas, un impulso incontrolablemente controlado, me hace pensar irremediablemente cada vez que lo veo, en poner las pegatinas bien, porque  me pone un peliiiiiiín nerviosa tener que estar pendiente de ese 20 que me corresponde como peso pero no está indicado correctamente.

Conclusión: El orden me permite hacer una serie de cosas mucho mas interesantes con mi cabeza. De ahí el orden. De ahí no tener muchas cosas.

Las cosas son molestas al final. No sirven para nada mas que para ponernos mas peso y ya bastante tenemos con la insoportable gravedad del ser.

Es curioso, pretendían regalarme un objeto pensado para atar un pareo al que tengo en gran aprecio, para ser un objeto, pero al que no pienso atar. Como no pensaba atar a quien me lo regaló.

Nota Mental: Será que no cosifico al personal y dejo que se coloquen donde quieran. Aunque a veces no mola nada. Así te va maja.

Ya es primavera. A disfrutar!!!

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