Y un extaño pinzamiento cervical, porque saltar...no es bueno.
Cuando uno emprende vuelo y parece que todo está preparado para llegar a un mejor sitio resulta que toca tierra y plaf..pluf..pof...era fango.
Y se ve una llenita de barro y recordando que ya traía mierda en los zapatos pero con aquello del salto se olvidó de limpiarla.
Resultado: estancia en casa obligatoria durante una temporada hasta que el cuerpo y sobre todo el agotadito cerebro se recuperen del susto.
Tiempo necesario para limpiar los zapatos y volver a creer en la cordura universal o a lo malo enterder la locura general.
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