Abril

Abril no quiso esperar y llegó en Marzo, y yo no he encontrado el momento de ir a conocerla hasta hoy.

Abril con sus manos pequeñitas que son capaces de abarcarlo todo, abril con sus ojitos desenfocados, su cabeza cubierta de terciopelo negro y sus redondotes mofletes.

Abril come y duerme, y durmió sobre mi pecho toda la tarde. Y me devolvió la sonrisa perdida y la ilusión de disfrutar la primavera, y seguir adelante. Para verla crecer y hacerla muy muy feliz.