Al Green - Let's Stay Together .-

 

Mujer galaxia .-

 Obra de Jaume Muñoz Cunill 

Una mujer cósmica necesito.

Átomos, axones, moléculas libres expandiendo el universo.

Un ser infinito que nutra, que brille, que ilumine.

Una mujer cuántica entre mis brazos, mis muchos brazos.

Una mujer eterno Sol que me atraviese.

Y atrevernos como niñas 

Ser traviesas como niñas necesito.

Una mujer risas.

Una mujer esperanza.

Toda posibilidad.

Nosotras en potencia.

Mi corazón entre sus manos, sus muchas manos.

La entropía, el caos y la calma tras la lucha.

Yo, que me sé capaz de crear universos.

Una mujer galaxia que los albergue a todos.

Eso necesito.

El salto .-

 

Esta vez no tuvo que pasar por Lesseps para notar que tras cerrar la puerta del portal de quién había sentido sería un gran amor en su vida, un vórtice la acaba de posicionar en un mundo lejano y muy alejado del amor romántico...otra vez.

En su trayecto hacia el metro, su pie chocó con un libro que se encontraba tirado en la calle y tenía en la portada el rostro del famoso Frankesntein interpretado por Boris Karloff, pero el título del libro no era precisamente el de la historia conocida en su mundo, en su lugar ponía: "Mary Poppins"

Cosas veredes Sancho. 

La piedra .-

PJ Harvey - Lwonesome Tonight 

Al hijo que no tuvimos 

lo abrazo

 
La casa que no construimos 

la extraño

A ese nuestro futuro prometedor 

lo alabo

Los libros que leeremos y no comentaremos

Las conversaciones que no mantendremos
La compañía que llenaba todos nuestros anhelos

la preservo

Esa piel tan nuestra
tan dulce
tan tierna

me la quedo

Te quise como si el resto de mi vida fuera accidental.

Tú,
que hiciste que brotaran flores con cada paso,
elegiste terminar siendo la misma piedra.

Hay arena en mi corazón.

Un masajista.-

Un masajista sacrocraneal desarrolla tricofobia y aún así continúa con su oficio, hay que enfrentarse a los miedos.

Dos personas que se lloraron en el hombro y se rieron hombro a hombro vuelven a cruzarse y no se reconocen, la vida son esos ríos que van a parar al mar.

Una mujer pide un receso en su vida y se transforma en su mejor amigo para saborear otra realidad y la vida te da sorpresas.

Hay aproximadamente cuatro decenas de bibliotecas en esta ciutat y en todas estás tú. Accidentes y señales.

Hay que enfrentarse a los miedos.

Tienes la nariz de anticipar .-

Obra de  Thais Granero

- ¿Me acompañas al París de tu calle?

- Me encantaría pero, yo no sé qué es el amor.

- El amor nace. No hay que hacer nada extraordinario para recibirlo. En todo caso, mimarlo después para que perdure. Es bastante fácil.

- Yo vengo de un mundo dónde todo se vuelve difícil con el tiempo.

- Te entiendo, casi nadie sabe.

- ¿El qué?

- Dejarse estar en el tiempo y colocarse después. 

Nadie sabrá lo que tú y yo compartimos.

Mujer que todo lo tiraba.-

Había una vez una mujer que sólo sabía tirar.

Al conocerla pensabas en su inmensa generosidad, 

pero en realidad tan solo daba lo que ella no quería cuidar.

Tiraba tantas cosas, tantas, que se quedaba agotada

y de tanto que tiraba agotaba a los demás.

Una vez me la encontré y no supe comprender qué le pasaba,

porque no existía en el mundo nada que le gustara,

y si le gustaba algo, o a alguien, se sentía amenazada.

Y es que el amor que le daban no lo quería perder, pues ya lo perdió una vez y le dolió una pasada. 

Le di un abrazó muy grande y pensó que la aplastaba.

Le di un montón de besos y ella sintió que se ahogaba.

Le escribí mil dulces versos y no le supieron a nada.

Pues en su garanta se hallaba instalado aún un llanto antigüo, que a penas nunca soltaba, y eso, comprenderéis, sólo trae cosas amargas. 

Del amor que le ofrecí, no se quedó nunca nada.

Se lo metió por la nariz a ver si la entusiasmaba

pero ese efecto es fútil

como todo a lo que estaba acostumbrada.

Normal que viviendo así la vida no la llenara.

Las cosas que creaba, en seguida las rompía o regalaba, y después se quejaba mucho, constantemente amargada por no tener suficiente, por no tener nunca nada.

Toda una contradicción de muy difícil gestión. 

- ¿Es que nadie me va a querer?- me preguntó ella una vez.

- Yo te querré para siempre - le prometí convencida, pero eso no le importó. Hueco,  seguro, lo oiría. 

- Yo siempre estaré aquí para ayudarte a seguir- insistí. 

Tampoco le importó mucho por mucho bueno que di.

Pues todo lo que había tenido se marchitaba históricamente, y aunque llegué yo después, esa es la vida que para ella era evidente.

-Te secaré - me advirtió.

Yo no la supe entender. 

-Te cansaré - me contaba.

Yo no la quise creer, pues el amor que tuvimos no podía tener fin.

Y sin embargó así fue.

Lo secó, lo ensució y lo tiró todo de una sola pasada.

Pues tirar sí se le daba mejor de lo que ella pensaba.

Y a mí me dejó aquí tirada.

Seca, triste y angustiada.

Atesorando lo bonito que vivimos, cuidando sola ese amor que una vez compartimos. 

Vaya plan, vaya plan.

Mujer Universo

 

Obra de Jaume Muñoz Cunill

A una mujer universo yo quise

reposé mi cabeza sobre su pecho

 y escuché el sonido de una galaxia

Conmovedor

A una mujer mundo tuve entre mis brazos

cerca muy cerca 

su boca valle

su frente meseta 

sus ojos lago

su rostro hermoso descansaba frente al mío

Plenitud

A una mujer destartalada

también quise

Un planeta inmenso

ella todos los bosques